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martes, 31 de agosto de 2010

Un rechazo

Hoy te compre una flor,
la compre mientras el sol
brillaba y el camino prometía,
a pesar de saber que las
condiciones son entre tú y yo,
simplemente nulas.
La compre sabiendo que
entregártela sería triste y
al marchitarse describiría
lo que nos paso, dirá poco
a poco como es que un
sentimiento murió,
entregártela será como un
grito, que a pesar de ser
escuchado y entendido no
será atendido, no puedes
oler esta flor, no podrás
acariciar esta flor,
una flor que muere con
cada suspiro con cada
mirada con cada sonido,
morirá entre tus manos,
rogando por la humedad de tu risa,
y no por la sequedad de tus lagrimas,
y la dejaras morir.


Cesar Pineda

Escondite

Hoy regalo un corazón,

hoy estoy en un lugar

donde regalo mi corazón,

un lugar donde confundo,

un lugar donde simplemente

me entrego, donde el más

pequeño roce se confunde

con carisias de pasión.

un lugar donde los desamores

se quedan afuera, porque ahí

me aman, por que el humo

de un cigarro me dice todo,

menos un recuerdo, y no niego

que el recuerdo pueda entrar,

que se escurra entre la puerta

y logre entrar, pero la combinación

de un saludo confundido

con deseo, tiene la capacidad

de aminorar la pena, un beso

casi robado me recuerda que

siempre seré querido,

aquí amo aquí soy amado,

porque simplemente quiero

confundir, porque la embriaguez

me dice que estoy bien,

porque mi cotidianidad

sabe que ese lugar existe,

mágico lugar, impetuoso lugar,

ahí beso, abrazo,

amo con el alma,

porque a pesar de lo fantástico

que pueda ser,

una de las grandes cualidades

de ese lugar, algo que lo hace

perfecto, es saber que puedo salir,

es saber que no es para siempre,

que es un momento, que es solo hoy

y mañana tal vez no

y mañana mi corazón

simplemente me es devuelto.


Cesar Pineda

Quedate.

La preocupación es un sentimiento recurrente en este momento, el dolor de cabeza se hace fuerte y los viejos dolores se forman para penetrar mi débil estado anémico, llegas a dar vuelta a un corazón que pensé yo latía normalmente, nunca el miedo fue tan fuerte nunca las ganas de simplemente entregar, fueron tan grandes, ese ruego en forma de murmullo de que mires en la dirección por donde estoy nunca había sido hecho con tanta convicción,
Uno siempre cree en principios en los que todo está bien que no hay nada que perder que es solo un momento agradable cuando las ganas hacer un hogar en tu alma, y no dejas por más de 20 minutos de pensar en donde estas, mítico momento en el que las cosas son buenas y los defectos no existen o simplemente son imperceptibles cuando ruego que me recuerdes cuando quiero que me pienses y es agradable, porque las esperanzas son grandiosas, las posibilidades infinitas y lo único que importa es que en ese momento tu estas en mi mente y en ningún lado más, pues no hago otra cosa que rogar que tu presencia sea más corpórea, ruego por el sabor de tu beso, por contemplar una mirado que prometa, que me dé más que el saber que me escuchas.
Hoy es muy diferente tengo mucho que perder, mi alma esta en tus manos, y mientras me pregunto que hace ahí, la pobre no hace otra cosa más que enamorase, mientras pregunto cómo es que no puede salir de entre tus frágiles dedos, ella simplemente se asfixia de placer, de ganas y mi mente de miedos, porque hoy no es un simple principio hoy tengo mucho que perder, hoy te puedo perder.

Cesar Pineda